Un ensayo agudo y cuestionador, que revela los intereses tras el término «cultura de la cancelación» y revisa los criterios con los que evaluamos el arte hoy. ¿Existe de verdad una «cultura de la cancelación» censora y puritana, que limite la libertad de los artistas O, más bien, «¿por qué la llaman cancelación cuando quieren decir crÃtica ». Eso se pregunta Gonzalo Torné en un artÃculo que recibirá una respuesta inesperada: la de Clara Montsalvatges, uno de los personajes de sus novelas. Entre los dos, dibujan aquà el retrato de un escenario en el que las «audiencias emancipadas» plantean nuevas exigencias a los creadores, y se preguntan por las responsabilidades de una representación artÃstica comprometida con la captura de la complejidad.