Un niño pasa una larga temporada en la cama porque le han detectado una mancha en el pulmón, aviso de tuberculosis. Los familiares, solícitos, lo cuidan, le cuentan historias y le regalan libros. El niño imagina, fantasea, se adentra en el reino de la ficción. Con el tiempo, ese chico se convertirá en un fabulador: el cineasta -y notabilísimo escritor- Manuel Gutiérrez Aragón, que ahora nos presenta sus memorias.