«Yo ahora lo sé. Creí a los que regresaron de la primera vuelta almundo?, a los de la expedición Magallanes. Pero Juan Sebastián Elcanome mintió. Yo, discípulo del cronista más poderoso del imperio deCarlos V, confié en su palabra y me engañó. He tratado de conocer laverdad. He luchado por ella. Pero resulta demasiado grande, demasiadopeligrosa? aun para alguien tan ambicioso como yo. Solo me queda lapluma para desnudarlos a todos con mis palabras antes de que seademasiado tarde.»á
Cuando Diego de Soto finaliza susestudios universitarios en Valladolid es requerido por uno de susprofesores, el gran cronista real Pedro Mártir de Anglería, para quesea su discípulo y lleve a cabo su primer encargo como ayudante: Diego debe viajar a Sevilla para recabar datos de las expediciones aultramar y completar así sus crónicas. Pero este viaje le depara mucho más de lo que puede imaginar. Lo pondrá en la pista del viaje deMagallanes, considerado un traidor por muchos, y descubrirá que lo que cuentan los pocos que regresaron de esa épica expedición queconsiguió llegar hasta las islas Molucas y dar la prim