Escrito en 1959, en plena Guerra Fría, este texto se publicó en un esfuerzo por «evitar la catástrofe que supondría una guerra con bombas de hidrógeno a gran escala». Casi sesenta y cinco años después, la posibilidad de un conflicto nuclear es nuevamente una amenaza verosímil, y el agudo análisis de Bertrand Russell acerca de este tan absurdo y sin embargo tan humano anhelo autodestructivo vuelve a ser de escalofriante actualidad. La firme y radical postura antibélica del filósofo la única manera de acabar con el riesgo de una guerra nuclear es acabar con la propia guerra es plasmada en estas controvertidas páginas con rara lucidez y representa, en un mundo cada vez más abocado al conflicto, un punto de vista casi revolucionario. La presente edición incluye un prólogo de Ken Coates, uno de los líderes del movimiento por el Desarme Nuclear Europeo, que enriquece, complementa y contextualiza el texto original con arreglo a los cambios producidos en el mundo tras el final de la Guerra Fría, el realineamiento de bloques y los consiguientes problemas y retos que debe enfrentar la humanidad; algunos nuevos, y much