De esta biografía se podría decir que es la historia de un constructor de puentes, de nexos, de uniones. Middelmann vivió la durísima posguerra sin libertades y es ciudadano activo de la España democrática; sufrió el aislamiento de un país deprimido y ha vivido la apertura al mundo; es un alemán en España pero es un español en Alemania, puente entre estas dos idiosincrasias. Con fuertes vínculos con Austria y más recientemente con Italia, su gran tarea ha sido multiplicar las conexiones de España con Centroeuropa o al revés. Es un nexo entre épocas, formas de ver el mundo, actitudes, modelos. Sus memorias son críticas, valora el entorno y pone en cuestión lo que le ha tocado protagonizar.