Juan Manuel de Prada rescata del olvido una apasionante galería de escritores malditos, raros, entre los que se encuentra tan a gusto.Presentamos en este libro una apasionada y apasionante galería de escritores raros o malditos, desde genios incomprendidos y expulsados trágicamente a las tinieblas ahí tenemos el caso paradigmático de Léon Bloy hasta escritores por completo irrelevantes, a veces incluso tarambanas locoides y casi ágrafos, que sin embargo esconden, entre los repliegues de una vida descacharrada y una obra ínfima, esa «alma potente y extraña» que choca a la sensibilidad dominante. Para Juan Manuel de Prada, maldito es el escritor que se revela contra las convenciones ideológicas y estéticas imperantes en su época; y así puede llegar a afirmar que «maldito no es hoy el autor que se complace en invocar a los demonios, sino el que se atreve a rezar a los santos; maldito no es el activista del desenfreno, sino el apóstol de la templanza; maldito no es el rapsoda chillón de la libertad, sino el juglar discreto de la tradición». Entre los malditos reunidos en Raros como yo encontramos escritores que