Dos mundos enfrentados. Habitantes de dos universos que están obligados a ocupar las mismas calles. Aquellos que siempre pasearon por ellas y aquellos que transitan de nuevas. La pequeña frutería frente a la barbería en la que sirven champán. Un tono satírico, esperpéntico, crítico cubre esta realidad en manos de Marta Sanz, una de las escritoras indispensables de la actual literatura española.